Vitrificación de óvulos

La vitrificación de óvulos es un método avanzado de criopreservación que permite congelar y almacenar óvulos femeninos para su uso futuro. Esta técnica consiste en enfriar rápidamente los óvulos a temperaturas ultrabajas con la ayuda de protectores de células crioprotectores, lo que evita la formación de cristales de hielo que podrían dañar la estructura celular.

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¿Por qué puede necesitar una mujer recurrir a la vitrificación de ovocitos?

  • Preservación de la fertilidad debido a tratamientos médicos como la quimioterapia o radioterapia para el cáncer, que pueden afectar la calidad y cantidad de ovocitos en el futuro.
  • Deseo de posponer la maternidad por motivos personales o profesionales, permitiendo a la mujer conservar óvulos más jóvenes y potencialmente más saludables para un embarazo posterior.
  • Reducción del riesgo de complicaciones relacionadas con la edad, ya que la calidad de los óvulos disminuye con el paso de los años.
  • Condiciones de salud que pueden comprometer la fertilidad con el tiempo, como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), endometriosis o cirugía de ovarios.
  • Alto riesgo de padecer enfermedades genéticas o hereditarias que puedan afectar la reserva ovárica.
  • Opción para mujeres que no tienen una pareja estable o no desean utilizar un donante de esperma en el momento actual.

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Fases del tratamiento de Fecundación In Vitro

Retraso de la maternidad

En algunos casos una mujer puede querer esperar un poco más para ser madre. Pero ese retraso de la edad puede conllevar algún problema. Sabemos que a mayor edad de la mujer las probabilidades de alcanzar un embarazo disminuyen, incluso recurriendo técnicas de reproducción asistida. Además, el riesgo de aborto y de tener un hijo con síndrome de Down aumenta también con la edad. El motivo de todo ello es que los óvulos de una mujer son una de las pocas células del organismo que no se reproduce con el tiempo. Una mujer nace con todos los óvulos que va a tener a lo largo de la vida. Casi todas las células del cuerpo se están renovando durante el tiempo, con un plazo mayor o menor, pero los óvulos no. De esta forma, según aumenta la edad de la paciente ocurren dos fenómenos, cada vez quedan menos óvulos y la edad de estas células va siendo mucho mayor que otras células del cuerpo. Esto es lo que hace que cada vez haya más dificultad para que sean fecundados por un espermatozoide. Pero, además, aunque sean fecundados, la probabilidad de que aparezcan anomalías genéticas en ese proceso aumenta y, por ello, aumenta la probabilidad de que los embriones no implanten o se sufra un aborto o un síndrome de Down. Al vitrificar los óvulos retrasamos este proceso y en el futuro, usando estos óvulos que se preservan hoy, se podrán tener las mismas probabilidades de éxito y las mismas garantías que en el momento presente.

Tratamientos médicos

Existen tratamientos médicos, los más habituales los tratamientos empleados para tratar el cáncer, que hacen que se produzca una lesión directa de los óvulos y de los ovarios que puede menoscabar las probabilidades futuras de una mujer de tener un hijo. Dado que, además, hoy en día las supervivencias en muchos tipos de cáncer son muy elevadas, es fácil que una mujer que sufre una enfermedad de este tipo pueda querer ser madre en el futuro. La vitrificación de óvulos le puede permitir conseguir una gestación futura a pesar de que sus ovarios se vean seriamente dañados por el tratamiento recibido.

¿Cómo se realiza una vitrificación de óvulos?

Estimulación ovárica

Para poder tener suficientes probabilidades futuras de éxito al llevar a cabo la fecundación in vitro, lo primero que tenemos que conseguir es que en el ciclo en que vayamos a realizar el tratamiento se obtengan más de un óvulo, que es lo que suele producir una mujer cada mes. Para ello utilizamos unos fármacos que se suelen aplicar vía subcutánea. La duración de este tratamiento es muy variable de unas mujeres a otras, pero suele ser de unos 8-10 días. Durante estos días se deben realizar ecografías cada dos o tres días para poder comprobar cómo se están desarrollando los folículos, es decir, los quistes que producen cada mes todas las mujeres en cuyo interior se forman los óvulos. Ocasionalmente, junto a las ecografías se realizan también controles hormonales mediante un análisis de sangre. Una vez veamos que los folículos están preparados se programa la obtención de los mismos.

Obtención de los óvulos

La obtención de los óvulos en una fecundación in vitro se realiza a través de la vagina, mediante una punción con una aguja guiada por ecografía. No produce ningún dolor porque para ello se utiliza una sedación. No es una anestesia general como el caso de una cirugía, donde es preciso utilizar una intubación. Aquí la paciente está dormida muy superficialmente, respirando por si misma, pero sin notar nada ni sufrir ningún dolor.

¿Qué se hace con los óvulos vitrificados?

Estos óvulos vitrificados se pueden mantener congelados tanto tiempo como se quiera. La Ley determina el límite en una edad clínicamente adecuada para alcanzar la maternidad. Los expertos hemos marcado ese límite de edad en los 50 años. Por tanto, hasta ese momento se podrían mantener congelados.

Es importante considerar que el vitrificar óvulos no obliga a la mujer a tener que hacer el tratamiento futuro para conseguir la gestación con esa misma clínica. Los ovocitos vitrificados se pueden trasladar a otra clínica sin ningún problema.

Una vez se quieran utilizar dichos ovocitos se procede a la descongelación de los mismos. Se estima que entre un 15 %-20 % de los mismos se puede perder en este proceso. Pero una vez desvitrificados, los óvulos se comportan igual que si hubieran obtenido en ese mismo momento. A continuación se fecundarán los mismos de la misma forma que en una fecundación in vitro convencional. Las fases siguientes son:

Fecundación de los óvulos

Una vez desvitrificados los óvulos, se pide una muestra de semen al varón de la pareja o se recurre a un semen procedente de un donante. En estos casos para la fecundación siempre se debe recurrir a un ICSI (siglas en inglés de microinyección espermática), es decir introducir de uno en uno los espermatozoides dentro de cada óvulo. El motivo de tener que hacer un ICSI siempre en estos casos es que, previo a la vitrificación hay que quitarles una capa de células que tienen en su exterior llamadas células de la granulosa. Sin esta capa los espermatozoides no pueden fecundar por sí mismos y hay que recurrir al ICSI.

Evolución de la fecundación

Durante 3 a 5 días después de la fecundación se mantienen los embriones ya fecundados en el laboratorio, dentro de unos aparatos llamados incubadores, que mantienen en su interior las condiciones ideales que necesita el embrión para desarrollarse. Hay dos tipos de estos aparatos:

  • Incubadores convencionales: todos los días, a unas determinadas horas, se deben sacar los embriones del incubador para observar como se están desarrollando.
  • Incubadores tipo time-lapse. El más conocido y más desarrollado en la actualidad es el llamado Embrioscope. Estos incubadores están provistos de cámaras que hacen que el desarrollo del embrión se pueda seguir a través de un ordenador, sin tener que sacarlos de su ambiente, lo cual afecta menos a sus condiciones de cultivo. Además, el embriólogo no sólo tiene una visión puntual diaria, sino que puede ver la película completa del desarrollo del embrión y poder así seleccionar de forma más adecuada el mejor o los mejores.

Transferencia embrionaria

A los 3 o 5 días después de la fecundación, el mejor o los mejores embriones, siempre con un máximo de dos, se vuelven a introducir en el interior del útero. Para ello se utiliza un pequeño tubo de plástico, también llamado cánula, con lo que los introduciremos en el interior del útero. No produce más molestia que la se puede producir habitualmente.

Vitrificación de embriones

Igual que en una fecundación in vitro convencional, el día de la transferencia, si hubiera más embriones de buena calidad de los que se colocan en el útero, estos se pueden vitrificar. Estos embriones vitrificados podrán servir para tener una nueva oportunidad de éxito o bien para conseguir un nuevo embarazo en el futuro, sin tener que volver a estimular los ovarios, ni obtener más óvulos, etc.

Después de la transferencia embrionaria

No hace falta ningún reposo. El reposo después de la transferencia embrionaria no ha demostrado que mejore las probabilidades de éxito. Se puede hacer, por tanto, vida completamente normal, sin excesos. Habrá que esperar 16 días después de la fecundación de los embriones para saber, mediante un análisis de sangre, si se ha producido el embarazo.

Uso de un donante de semen

Cuando no existe una pareja masculina o la muestra de ésta no pueda ser utilizada, se recurre a un semen procedente de un donante. Los donantes deben ser anónimos por Ley en España. No se pueden elegir sus rasgos físicos, pero éstos deben ser lo más parecidos posibles a la mujer que vaya a utilizar dicha muestra de semen.

  • Debe tener estudios que aseguren la óptima calidad de la muestra de semen
  • Debe ser mayor de edad y, aunque la Ley no marca un límite de edad, la mayoría de los bancos lo sitúan en los 35-40 años.
  • Debe tener una historia médica personal y familiar sin ningún antecedente relevante
  • Debe tener una valoración psicológica normal
  • Debe tener una batería de analíticas normales que incluyan:
    • Analítica de sangre general normal
    • Estudio de enfermedades infecciosas que incluyan hepatitis B y C, HIV y sífilis negativos
    • Estudios genéticos normales que deben incluir un cariotipo para saber que no hay patología en los cromosomas y de las enfermedades genéticas más frecuentes en nuestro entorno.

¿Qué probabilidades de éxito tiene la vitrificación de ovocitos?

Las probabilidades de éxito son iguales que en una fecundación in vitro convencional, aunque dependen sobre todo de la edad de la paciente al realizar la vitrificación. Como media se sitúa en torno al 45 % por cada ciclo. Si acumulamos dos o tres ciclos, más del 90 % de las mujeres ha alcanzado el embarazo.